Teorías de la personalidad: Conductista

Teorías de la personalidad: Conductista 


Para los autores conductistas la personalidad es producto de la historia, exclusiva, de reforzamiento de cada individuo, está formada por un conjunto de hábitos que se muestran más o menos estables y permanentes y que provocan respuestas similares ante una agrupación de estímulos determinados.

Por tanto, según esta teoría la personalidad se puede cambiar. Los cambios se logran cambiando el ambiente, valiéndose del refuerzo. Las variables de la personalidad (los hábitos) son etiquetas que se ponen a la persona en función de la conducta que expresa.

Aunque la personalidad humana puede ser muy modificable según los conductistas, no deja de ser pasiva ya que viene determinada por el ambiente. La persona sigue siendo modelada principalmente por fuerzas que escapan a su control.

BANDURA                                                                                   

Aprendizaje por la observación o modelado

De los cientos de estudios de Bandura, un grupo se alza por encima de los demás, los estudios del muñeco bobo. Lo hizo a partir de una película de uno de sus estudiantes, donde una joven estudiante solo pegaba a un muñeco bobo. En caso de que no lo sepan, un muñeco bobo es una criatura hinchable en forma de huevo con cierto peso en su base que hace que se tambalee cuando le pegamos. Actualmente llevan pintadas a Darth Vader, pero en aquella época llevaba al payaso "Bobo" de protagonista.
Bandura(1973)

El estudio sistemático y las variaciones de la prueba del muñeco bobo permitieron a Albert Bandura establecer los distintos pasos involucrados en el proceso de modelado.
1. Atención
Si quieres aprender cualquier cosa, debes prestar atención. Asimismo, todos los elementos que supongan un obstáculo a prestar la máxima atención posible, redundarán en un peor aprendizaje.
Por ejemplo, si estás intentando aprender algo pero tu estado mental no es el más idóneo (porque estás medio dormido, te encuentras mal o has tomado drogas), tu grado de adquisición de nuevos conocimientos se verá afectado. Lo mismo ocurre si cuentas con elementos distractores.
El objeto por el cual prestamos atención también tiene ciertas características que pueden atraer más (o menos) nuestro foco atencional.
2. Retención
No menos importante que prestar una atención adecuada, es ser capaces de retener (recordar, memorizar) aquello que estamos estudiando o intentando aprender. Es en este punto donde el lenguaje y la imaginación tienen un papel importante: retenemos lo que hemos visto en forma de imágenes o descripciones verbales.
Una vez que hemos guardado los conocimientos, imágenes y/o descripciones en nuestra mente, somos capaces de recordar conscientemente esos datos, de forma que podemos reproducir lo aprendido e incluso repetirlo, modulando nuestro comportamiento.
3. Reproducción
Cuando llegamos a este paso, debemos ser capaces de decodificar las imágenes o descripciones retenidas para que nos sirvan para cambiar nuestro comportamiento en el presente.
Es importante comprender que, a la hora de aprender a hacer algo que requiera una movilización de nuestra conducta, debemos ser capaces de reproducir el comportamiento. Por ejemplo, puedes pasarte una semana viendo videos de patinaje sobre hielo, pero no ser capaz ni de ponerte unos patines sin caerte al suelo. ¡No sabes patinar!
Pero si en cambio sí sabes patinar sobre hielo, es probable que la visualización repetida de videos en que patinadores mejores que tú realizan saltos y piruetas redunde en una mejora de tus habilidades.
También es importante, con respecto a la reproducción, saber que nuestra capacidad para imitar comportamientos va mejorando paulatinamente cuanto más practicamos las habilidades involucradas en determinada tarea. Además, nuestras capacidades tienden a mejorar con el simple hecho de imaginarnos a nosotros mismos realizando el comportamiento. Esto es lo que se conoce como “Entrenamiento Mental” y es muy usado por deportistas y atletas para mejorar su rendimiento.
4. Motivación
La motivación es un aspecto clave a la hora de aprender esos comportamientos que queremos imitar. Debemos tener razones y motivos para querer aprender algo, en caso contrario va a ser más complicado focalizar la atención, retener y reproducir dichas conductas.
Según Bandura, los motivos más frecuentes por los cuales queremos aprender algo, son:
·         Refuerzo pasado, como el conductismo clásico. Algo que nos ha gustado aprender anteriormente tiene más papeletas para gustarnos ahora.
·         Refuerzos prometidos (incentivos), todos aquellos beneficios futuros que nos empujan a querer aprender.
·         Refuerzo vicarioque nos dota de la posibilidad de recuperar el modelo como refuerzo.
Estos tres motivos están vinculados a lo que tradicionalmente han considerado los psicólogos como los elementos que “causan” el aprendizaje. Bandura explica que tales elementos no son tanto los “causantes” como sí los “motivos” de querer aprender. Una diferencia sutil pero relevante.
Desde luego, las motivaciones negativas también pueden existir, y nos empujan a no imitar determinado comportamiento:
·         Castigo pasado
·         Castigo prometido (amenazas)

·         Castigo vicario



DIVIÉRTETE AQUÍ Y PONTE A PRUEBA 



REFERENCIAS
Sinisterra. M. (2009). Teorías de la personalidad. Redalyc. Recuperado de: http://www.redalyc.org/pdf/2972/297225531007.pdf

Seelbach. G. (2012). Teorías de la personalidad. Red tercer milenio. Recuperado de: http://www.aliat.org.mx/BibliotecasDigitales/Psicologia/Teorias_de_la_personalidad.pdf

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Teoría del aprendizaje: Lev Vigotsky

Psicoanálisis

Teoría del aprendizaje: Jerome Bruner